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Sinbióticos y la Alergia a la Proteína de la leche de vaca

Cada vez hay más investigaciones acerca de la microbiota intestinal (la comunidad de bacterias que viven en el intestino) y en las respuestas y los resultados inmunitarios. De este modo, estamos comprendiendo mejor los beneficios de la modulación de la microbiota intestinal en el manejo nutricional de la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), en lactantes alimentados con fórmulas especializadas.1-6

El rol que pueden desempeñar los sinbióticos en el tratamiento de la alergia a la proteína de la leche de vaca también está tomando importancia. En el siguiente video -analizaremos qué son realmente los sinbióticos, la relación entre la microbiota intestinal y el sistema inmunitario, y el futuro del tratamiento de la alergia a la proteína de la leche de vaca.7-12

El papel que pueden desempeñar los sinbióticos en el tratamiento de la alergia a la proteína de la leche de vaca también se está poniendo de manifiesto. En este artículo, hablaremos de qué son realmente los sinbióticos, de la conexión entre la microbiota intestinal y el sistema inmunitario y del futuro del manejo nutricional de la alergia a la proteína de la leche de vaca.

 

¿Qué son los sinbióticos?

Los sinbióticos son una combinación de prebióticos y probióticos.7,8  Si bien puede ser fácil confundir los dos, en realidad tienen funciones muy distintas.

Los prebióticos son un ingrediente alimentario no digerible que estimula el crecimiento o la actividad de las bacterias intestinales beneficiosas.9  Un probiótico, por otro lado, es un tipo de bacteria beneficiosa que puede ayudar a reequilibrar la microbiota intestinal10,11 cuando se consume en la cantidad adecuada.

El objetivo de combinar prebióticos y probióticos es lograr efectos positivos más fuertes que con cualquiera de los componentes por sí solos, de modo que trabajen sinérgicamente.12

La microbiota intestinal y el desarrollo del sistema inmunitario

Dado que entre el 70 % y el 80 % de las células inmunitarias residen en el intestino13, la microbiota intestinal y la función del sistema inmunitario están inextricablemente vinculadas.14,15

Desde el momento en que nacemos, la microbiota intestinal juega un papel muy importante en el desarrollo del sistema inmunitario y sus respuestas.14,15  Al nacer, el intestino es esencialmente estéril y aún no está poblado con la variedad de bacterias necesarias para formar un microbioma efectivo.12  Después del nacimiento, la microbiota comienza a establecerse, con una mayor diversificación cuando sucede el proceso de destete a alimentos sólidos y un proceso que continúa cambiando con el tiempo.  La microbiota intestinal está completamente madura alrededor de los tres años de edad.14,15  El propio sistema inmunitario también puede describirse como inmaduro en el momento del nacimiento; evolucionando y adaptandose a medida que crecemos y aprendiendo a distinguir entre las cosas que son una amenaza y las que son beneficiosas.

Trabajando juntos, la microbiota intestinal y el sistema inmunitario desempeñan un papel esencial en la defensa contra patógenos nocivos, el mantenimiento de la tolerancia a los antígenos16 y el fortalecimiento de las defensas inmunitarias del organismo.17

En el caso de los lactantes y los niños, es especialmente importante mantener el equilibrio entre la microbiota intestinal y el sistema inmunitario, dado su papel e influencia en la configuración de la salud a lo largo de toda la vida.18

¿Qué causa la disbiosis intestinal?

La disbiosis intestinal se produce cuando hay un desequilibrio en la microbiota intestinal del cuerpo.19  La disbiosis intestinal se asocia a varias enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la obesidad, la diabetes tipo uno y los trastornos alérgicos.20,21

Existen varios factores que pueden influir en la disbiosis intestinal, entre ellos la dieta, el uso de antibióticos, la alimentación complementaria y el estrés físico y psicológico.22  Sin embargo, las primeras semanas y meses de vida también pueden tener un gran impacto en la salud de la microbiota intestinal, siendo los siguientes factores de riesgo:23,24

  • Nacimiento prematuro
  • Parto por cesárea
  • Antibióticos

Microbioma y alergias: el impacto de la disbiosis de la microbiota intestinal en la salud y el desarrollo de la alergia a la proteína de la leche de vaca

Los bebés sanos alimentados con leche materna suelen tener una mayor cantidad de bifidobacterias probióticas que otras especies.  Este probiótico se transmite por nacimiento y a través de la leche materna.25,26  La leche materna también contiene oligosacáridos no digeribles, un tipo de carbohidrato complejo que es fácilmente consumido por las bifidobacterias.27

Los lactantes alérgicos a la proteína de la leche de vaca suelen presentar disbiosis intestinal, con un perfil alterado de microbios intestinales caracterizado por niveles mucho más bajos de bifidobacterias y niveles más altos de bacterias similares a las de los adultos.28,29

Este desequilibrio de la microbiota, causado por la disbiosis intestinal, puede desencadenar una respuesta inmunitaria anormal, que a su vez puede contribuir al desarrollo de una alergia alimentaria, por ejemplo, una alergia a la proteína de la leche de vaca.21,28

Los sinbióticos y el manejo nutricional de la alergía a la proteína de la leche de vaca

La alergia a la proteína de la leche de vaca se produce cuando el sistema inmunitario tiene una reacción anormal a la proteína de la leche de vaca.32  La alergia a la proteína de la leche de vaca, que suele desarrollarse durante los primeros meses de vida de un bebé, afecta a alrededor del 2-5% de los bebés menores de un año.33

Algunos estudios han demostrado que los sinbióticos podrían ayudar a regular la microbiota y la respuesta inmunitaria, tanto directa como indirectamente.30  Pueden ser de ayuda cuando se trata de controlar y reducir la gravedad de los síntomas de una alergia a la proteína de la leche de vaca.31,35

El futuro del manejo nutricional de la alergía a la proteína de la leche de vaca

Actualmente, el tratamiento principal para una alergia a la proteína de la leche de vaca es eliminar todas las fuentes de leche de vaca de la dieta del bebé. En el caso de los lactantes amamantados, se suele aconsejar a la madre que siga una dieta sin lácteos para evitar que la leche de vaca pase a través de la leche materna.33,34

Cuando la lactancia materna no es posible, bajo la supervisión de un profesional de la salud, puede ser necesaria una fórmula hipoalergénica adecuada para el manejo alimentario de la alergia a la proteína de la leche de vaca. Por lo tanto, hay una rázon convincente para agregar tanto pre y probiótios como ingredientes de estas fórmulas para que no solo proporcionen alivio sintomático sino que también reequilibren la microbiota intestinal. Los sinbióticos pueden ayudar a reequilibrar y repoblar la microbiota intestinal con bacterias sanas, dirigiéndose a la fuente de la disbiosis intestinal y, por lo tanto, potencialmente a la programación y el desarrollo de respuestas inmunitarias y alergias.7

SYNEO está avalado por 10 años de investigación en 1,500 lactantes. SYNEO equilibra la microbiota intestinal, acercándose a la de los bebés sanos alimentados con leche materna, con menos informes de uso de antibióticos, infecciones y hospitalizaciones debidas a infecciones (basados en la evaluación de eventos adversos en los estudios de Neocate SYNEO).1-4

El uso de prebióticos y probióticos va más allá de la resolución de síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV).

Investigación rigurosa

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AVISO IMPORTANTE:  La leche materna es el mejor alimento para el bebé. La decisión de no amamantar puede ser difícil de revertir y se deben considerar las implicaciones financieras. El uso de estos productos debe hacerse bajo la recomendación y supervisión de un profesional de la salud (médico o nutriólogo). Los lactantes, además del consumo de la fórmula, también deben recibir alimentación complementaria según la orientación de un profesional de la salud (médico o nutriólogo) y en cualquier caso a partir de los seis meses de edad; las fórmulas de continuación y fórmulas de continuación para necesidades especiales de nutrición son parte de la alimentación complementaria y no deben ser consumidas antes del sexto mes de vida. Las fórmulas para lactantes con necesidades especiales de nutrición y las fórmulas de continuación para necesidades especiales de nutrición DEBEN UTILIZARSE BAJO LA SUPERVISIÓN DE UN PROFESIONAL PARA LA SALUD. La salud del lactante o niño depende de que se sigan cuidadosamente las instrucciones para la preparación y uso de la fórmula.

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