“Frankie nació con una condición del corazón. Inmediatamente, lo tuvieron que alimentar a través de una sonda. Tuvimos que adicionar calorías extra a su leche, porque Frankie tenía dificultad para aumentar de peso y para mantenerlo, porque es muy, muy activo. Es una batalla. Su alimentación a través de la sonda ha sido su fuente principal de comida y de líquidos para ayudarlo a crecer y le ha ido muy bien con ella. Lo tratamos como a cualquier otro niño, puede correr, saltar, jugar. No dejamos que nada lo detenga.”
El crecimiento y desarrollo óptimos en la niñez son esenciales para la salud y bienestar a largo plazo. Sin embargo, hay un gran número de razones por las que algunos niños tienen dificultades para crecer de manera óptima. El crecimiento inadecuado puede ocurrir en niños que tienen una enfermedad o condición subyacente, como parálisis cerebral, una enfermedad congénita del corazón, fibrosis quística, enfermedad hepática o cáncer. El crecimiento inadecuado puede tener un efecto perjudicial en la salud, tanto a corto como a largo plazo.
El crecimiento normal en los niños comienza al satisfacer sus necesidades nutricionales.8,9
Por ejemplo, infantes y niños con enfermedades congénitas del corazón que han perdido peso antes de una cirugía, han mostrado tener peores desenlaces quirúrgicos o en algunos casos, han tenido que posponer esa cirugía1-3. Ya sea relacionado a alguna enfermedad o no, el incremento pobre crónico de peso en edades tempranas está asociado a consecuencias a largo plazo, incluyendo crecimiento reducido y alteraciones permanentes en el crecimiento del cerebro y su función, lo que lleva a impedimentos cognitivos y de comportamiento4-7. Esto nos da un fuerte racional para ofrecer apoyo nutricional especializado en esos casos.
El crecimiento y desarrollo óptimos en la niñez son esenciales para la salud y bienestar a largo plazo. Sin embargo, hay un gran número de razones por las que algunos niños tienen dificultades para crecer de manera óptima. El crecimiento inadecuado puede ocurrir en niños que tienen una enfermedad o condición subyacente, como parálisis cerebral, una enfermedad congénita del corazón, fibrosis quística, enfermedad hepática o cáncer. El crecimiento inadecuado puede tener un efecto perjudicial en la salud, tanto a corto como a largo plazo.
El crecimiento normal en los niños comienza al satisfacer sus necesidades nutricionales.8,9
Por ejemplo, infantes y niños con enfermedades congénitas del corazón que han perdido peso antes de una cirugía, han mostrado tener peores desenlaces quirúrgicos o en algunos casos, han tenido que posponer esa cirugía1-3. Ya sea relacionado a alguna enfermedad o no, el incremento pobre crónico de peso en edades tempranas está asociado a consecuencias a largo plazo, incluyendo crecimiento reducido y alteraciones permanentes en el crecimiento del cerebro y su función, lo que lleva a impedimentos cognitivos y de comportamiento4-7. Esto nos da un fuerte racional para ofrecer apoyo nutricional especializado en esos casos.
La lactancia materna es la mejor forma de nutrición para los bebés y brinda muchos beneficios a los bebés y las madres. La decisión de no amamantar puede ser difícil de revertir y se deben considerar las implicaciones financieras. Se deben seguir cuidadosamente todas las instrucciones de preparación y alimentación de los productos, debido a que un uso o preparación inadecuada podría provocar riesgos para la salud de quien lo consume. Consulte siempre con el profesional de la salud para obtener consejos y tomar una decisión informada sobre la alimentación de su bebé y/o niño. Utilice siempre los productos bajo recomendación y supervisión de un profesional de la salud.
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