Fragilidad y Desnutrición Relacionada a Enfermedades

La historia de Ron

“Yo soy Ron, tengo 86 años y tengo EPOC, que afecta mi respiración, especialmente si hago cualquier ejercicio. Antes iba y venía- salía a caminar- pero ahora con que recorra 50 metros tengo que detenerme para recuperar el aliento. Hasta comer se volvió difícil para mi, porque con la falta de aire se reducía mi apetito.

Tengo un equipo de doctores diferentes que me cuidan en mi hospital local. Ahí fue que me enteré de los productos nutricionales. Cada mañana, puedo sentir alguna mejoría. Uno de los efectos que siento, un poco más de energía- está empezando a funcionar”.

“Antes ya no podía ni caminar 50 metros. Ahora me siento más fuerte- es algo increíble”.
Ron, UK
UK. interview in home with elderly couple. Ron has COPD. Patient takes Fortimel

Nuestro mundo envejece

Hoy hay más personas mayores de 65 años que menores de 5, una tendencia sin precedentes en nuestra historia. Este cambio en la proporción de personas mayores versus jóvenes se debe al fenómeno de índices de natalidad más bajos a nivel global, avances médicos y tecnológicos- junto con mejoras en nutrición y saneamiento.

Globalmente, hubo 1.66 millones de fracturas de cadera en 2018. Se proyecta que el número aumentará a 6 millones para el 2050 [1].

Sin embargo, aunque el aumento en la expectativa de vida puede ser una cosa grandiosa, vivir más no se ha equiparado con vivir más sanamente. Aparte de los riesgos bien conocidos de condiciones como enfermedades cardiovasculares y diabetes, los índices de longevidad traen nuevos problemas. Algunas condiciones del envejecimiento, como la fragilidad, progresan gradualmente, de maneras a veces difíciles de identificar- robándole lentamente su movilidad a las personas, su independencia, su dignidad y su alegría de vivir. Estas condiciones no tienen que ser una consecuencia inevitable de envejecer, pero los años sí incrementan el riesgo de desarrollarlas.

El rol de la nutrición en la fragilidad y la desnutrición relacionada a enfermedades

La desnutrición relacionada a enfermedades puede conducir a pérdida de masa muscular, lo que reduce la fuerza corporal y la velocidad al caminar. Este es un estado conocido como “Fragilidad”. Esto a su vez reduce el nivel general de actividad y energía del paciente. Este círculo vicioso de energía reducida que lleva a más restricciones en la actividad física, eventualmente puede resultar en una pérdida de independencia. Los pacientes frágiles necesitan atención médica extra para reducir el riesgo de que se vuelvan dependientes de otras personas y para que mantengan su independencia por el mayor tiempo posible.

Los pacientes típicamente entran en una espiral de declive en la que una nutrición inadecuada produce debilidad muscular, fragilidad creciente y riesgo de lesiones costosas (caídas) y discapacidad.

La fragilidad es una condición médica que afecta tanto al cuerpo como al cerebro, y que puede dejar a los pacientes en un estado vulnerable, tanto a corto como a largo plazo. Con poca fuerza en sus reservas, los pacientes frágiles frecuentemente tienen una menor resistencia incluso a las enfermedades más benignas. Esto significa que una infección menor en vías urinarias puede desembocar en alguna discapacidad o incluso, en institucionalización.

Condiciones relacionadas con envejecer, como pérdida de peso, de masa muscular (‘sarcopenia’) y fragilidad, frecuentemente se ven como parte inevitable del proceso y no como posibles consecuencias del consumo nutricional del paciente. De hecho, conforme envejecemos, la nutrición se convierte en un factor más importante en términos de su influencia en nuestra habilidad para funcionar.

La investigación sugiere que la intervención con productos de nutrición médica como parte integral de una estrategia médica ha sido efectiva para ayudar a  muchos pacientes a regresar a una trayectoria saludable de envejecimiento.

  1. Schattner A. QJM, 2018;111:765-767.
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